Hey guys, soy Ann, tengo 16 años y soy una obsesionada de McFLY, why not? HAHAHAAH. Solo dejaros aquí una de mis fics, espero que me comenteis, ya que tengo el libro de visitas abiertos para que todos podais comentar. Pues eso gentucilla, que me comenteis y si quereis me sigais en twitter: @AnnJones_

dimecres, 6 de juliol del 2011

Capítulo Diez ♥


Nota: Todo el mundo puede comentar, el libro está abierto y aunque no tengas usuario de blogger o gmail, puedes comentar. Gracias ^^

- Voy a correr un rato, ¿a que me acompañas? –se rió flojito y negó con la cabeza.

- No, me voy a beber agua y vuelvo a dormir, con Tom, sí –se acercó a mí- Sarai me echó de la habitación siendo claras.

- Hahaha, estaban en la cama abrazados –dije imitándola- son muy monos.

- Pero tú tampoco te quedas atrás bonita, tienes a Danny detrás de ti todo el santo día.

- Sí, pero sabes que Danny ha estado con muchas tías, no estoy segura.

- Arriésgate, de eso se trata la vida –asentí.

- Va, me visto y así podemos hablar un rato, que hace tiempo que no tenemos charla hermana mayor, hermana pequeña –sonreí y la esperé sentada en las escaleras. Salió de la habitación y me miró- Si que están pegados –me puse a reír bajito.

- Dejaré una nota en la mesa de la cocina, vamos –bajamos las escaleras y nos fuimos.

Empezamos a andar por los alrededores de la casa, contándole como me sentía, que sentía por Danny, lo que me decía, pero ella me daba el punto realista.

- Sí Ann, te quiere se nota, pero sabes cómo son los famosos, las tienen a todas cuando quieran, tu porque eres así, pero hay tías que se arrastrarían por hacerlo con él una noche y adiós.

- Lo sé –la miré y cambie de tema, tanto Danny en mi cabeza comenzaba a rayarme- ¿Y Tom? –me miró y sonrió levemente.

- Sabes que he sido muy de Tom, pero estoy bien con él, me rió con él y me rió con Harry, no voy a estar con él, al menos que me compre la flota entera de Star Wars –me la quedé mirando extrañada.

- Va enserio Ainhoa –me miró extrañada.

- No me llamas nunca así, tú estás mal –agaché la mirada.- Como te estés acordando del mierda de tu ex novio te prometo que te mato.

- Pues mátame –dije mirándola.

- Ostras Ann, tienes al chico de tus sueños delante de ti, en tu cama, haz lo que quieras, pero me juego lo que quieras a que Danny es mucho mejor que él, por lo menos él se está arrastrando por ti.

- Lo sé –la abracé y me quedé pensando en todo en general, era un sueño lo que me estaba pasando y por tercera vez no era capaz de aprovecharlo.

Íbamos a coger un avión a las siete de la tarde, y eran las diez ya, teníamos que volver a casa y recoger un poco las cosas. Viajaríamos a Estados Unidos a empezar la gira y tenía que estar preparada para ser la mejor fotógrafa el mundo.

Llegamos a casa, en unas horas teníamos todo preparado, Danny sonriéndome cada dos por tres cuando cruzábamos la mirada, Tom preparando la comida con Doug y Sarai, y Tom y Noa mirando una película. Terminamos de poner la mesa cuando todos ya estábamos sentados:

- Bueno –dijo Noa metiendo cizaña en lo que tramaba.- ¿Cómo has dormido Sarai?

- Bien –dijo un poco nerviosa- Bien, ¿Cómo voy a dormir? –no pude evitar empezar a reírme.

- ¿Y tu Douglas Lee Poynter? –empezaron a echarse miradas- Venga que ya sabemos que habéis dormido juntos –Danny me miró.

- Todos habéis dormido juntos, ¿Por qué nosotros no? –contestó Sarai.

- Porque vosotros en teoría os “odiáis” –dije haciendo comillas en el aire.

- Iros a la mierda –dijo riéndose Sarai y empezando a comer algo.

- No sabía que te gustaba Sarai enano –Dougie le pegó una patada por debajo de la mesa. Todos nos reímos.

Nos pasamos toda la tarde viendo mis fotos, fotos de ellos, me dejaron claro cuál era mi faena, solo hacer las fotos exclusivas y las de las revistas, según ellos se sentirían más seguros haciendo cosas con alguien en quien confiaran. Nos llevaron al aeropuerto y nos subimos al avión rumbo a Estados Unidos.

Pasamos un montón de horas dentro de ese avión, yo caminaba de un lado a otro, que si películas, que si chocolate y lo último que hice es irme con Danny a su lado, me miraba y sonreía.

dijous, 30 de juny del 2011

Capítulo Nueve!


- Es que era broma –empezó a meterme las manos por dentro de mi camiseta de tirantes.

- No te lo crees ni tú, en verdad me quieres y lo sabes –asentí mientras lo besaba. Acabé en ropa interior encima de Danny besándole, hasta que la cosa se iba a ir por otro camino.

- Ya Danny –dije besándole por última vez. Me levanté dejándole en la cama estirado, dejándome ver sus perfectos Calvin Klein negros con las grises.

- ¿Nadie te ha dicho que estás muy buena? –me medio giré para mirarle.

- Solo tu –me miró sorprendido- es mentira, pero me lo creo –dije poniéndome la camiseta del pijama.

- Mentira, no seré el primero –sonreí- pero seguro que soy más creíble que ninguno.

- Da igual eso, vístete que me va a dar algo –sonrió y nos fuimos para abajo, mientras hablaba miraba una nueva cámara en internet Danny preparó la cena para los dos.

Estuve mirando cosas en el ordenador de Danny, cenamos y empecé a pensar en decirle que podíamos empezar a ser novios a ver cómo iba la cosa, pero esperaría algo más de tiempo. Nos sentamos en el sofá cuando empezaron a llegar, Tom y Douglas se quedarían a dormir y Harry también, Dougie dormiría con Tom en mi habitación junto con Harry, donde dormíamos las tres. En la cama de Danny, Noa y Sarai y en la cama de sus padres Danny.

- No voy a dormir en la cama de tus padres –dije mirándole fijamente-.

- No pasa nada enserio, cambio las sabanas si te da cosa –dijo mirándome y haciendo todo lo posible para que durmiera con él.

- Vale, no pasa nada, pero ni se te ocurra que pase nada, ¿Estamos? –asintió y besó mis labios.

Me acosté y se me pasaron miles de ideas perversas por mi mente, me giré y tenía a Danny a dos centímetros de mí mirándome con sus ojos azules grisáceos.

- ¿No puedes dormir? –dijo mirándome, negué con la cabeza y besó mi frente.- Podemos hablar si quieres…

- ¿De qué quieres hablar Danny? –dije sonriendo y él me miró.

- De lo nuestro –dijo sonriendo, enseñándome sus dientes blancos.

- Me parece bien –sonreí- ¿Qué te pasa? ¿Te sientes incomodo conmigo…no se…?

- Estoy demasiado bien contigo –dijo sonriendo.

- ¿Entonces qué quieres hablar? –dije mirándole fijamente, encendió la pequeña lamparita que tenían sus padres.

- Quiero que estemos juntos –lo miré extrañada- no de royo ni cosas de esas, ¿Tengo posibilidades?

- Muchas, no pensaba que te arrastraras tanto por las tías –dije sonriendo y mirándolo fijamente.

- Solo por ti, la chica de mis ojos –sonreí y le besé los labios, me quedé completamente dormida en poco rato.

Me desperté a la mañana siguiente, me desperté antes que nadie y decidí ir a correr un poco por la zona, para despejarme y pensar en todo. Entré en la habitación y no estaba Noa precisamente con Sarai, Doug estaba durmiendo con Sarai, después de negarnos a todos que no sintieran nada el uno por el otro. Me los quedé mirando, estaba apoyada en su pecho sin camiseta y Doug roncando, no entendía como no se despertaba. Cogí el primer chándal que vi y me lo puse, vi a Noa como salía de la habitación en la cual estaba Tom. Al verme vestida de buena mañana se me quedó mirando extrañada.

- ¿Qué haces despierta Ann? –la miré y sonreí.

- ¿Qué hacías en la habitación de Tom? –me miró y contestó.

- Preguntado yo primera –se cruzó de brazos-.


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dilluns, 27 de juny del 2011

Capítulo Ocho ♥ + 22 June


Ese perfecto día. Enserio, muchas gracias a todos lo que lo hicisteis más perfecto. Gracias a McFLY por ser únicos ♥ Capítulo Ocho

-- Vamos anda –bajé del coche, si me dejaban o me daban su consentimiento anularíamos el alquiler y me iría a vivir a la casa de Danny era enorme junto con las chicas.

Fue todo genial, mis padres no pensaron en ningún momento que éramos novios y aceptaron que cumpliera mi sueño: Ser la fotógrafa de Mcfly. Noa continuaría estudiando magisterio a distancia y Sarai sería la peluquera y maquilladora, siempre nos arreglaba en dos minutos y era estupenda.

En una semana dimos de baja el alquiler, me fui a casa de Danny y allí paso lo que me imaginaba. Estábamos muy bien cuando todo el mundo la penúltima noche antes de irnos para Estados Unidos, Sarai se fue al cine con Douglas en plan de “amigos”, si, los había pillado liándose aunque no querían aceptar que se gustaban. El lio de Sarai vino a pedirle perdón por haber estado con otra chica a la vez y Douglas le partió la ceja, ahí todos nos dimos cuenta que a Douglas le gustaba Sarai, que a ella le gustara Doug era obvio.

Noa se fue a casa de Tom a ver películas, ellos dos estaban de amigos normales y corrientes pero sabíamos que entre ellos dos había algo, que no nos querían contar.

Me levanté medio dormida, la noche anterior habíamos estado de fiesta, llevaba puesto mi camiseta de tirantes básica negra y unos pantalones largos de cuadros negros y grises, Danny tenía la calefacción siempre súper alta, pero era mejor así. Bajé escaleras abajo y me encontré con el perro de Danny, Bruce que quería jugar conmigo. Llegamos a la cocina, serían las 8 de la noche, Danny estaba jugando a la Xbox 360 al juego de futbol, como siempre.

- Hola –dije desperezándome- ¿Dónde están todos? –me explicó que se habían ido cada uno por un lado.

- ¿Quieres hacer algo? –negué y me tumbé en el sofá, el estaba sentado y me sacó el tema, hacía dos semanas que no lo tocábamos.- ¿Ya sabes cuantos puntos positivos tengo? –me eché a reír.

- Muchos, muchos ya –apagó la consola y me miró. Sonrió y se acercó lentamente a mis labios- Hem…Ya está, que tengas puntos no significa que puedas besarme libremente –me miró con una media sonrisa.

- Sabes que quieres que te bese Ann –lo miré y medio sonreí.

- Eres un creído –sonrió y se incorporó- no controlarás mi mente –dije haciéndome la sabia.

- Venga va, cuando quieras besarme no te dejaré y te morirás de rabia –lo miré y me empecé a reír.- ¿Me quieres? –dijo así de la nada, negué con la cabeza y salió corriendo detrás de mí, Bruce no paraba de ladrarnos, parecíamos críos.

Empecé a correr escaleras arriba y Danny detrás de mí, llegué a la última planta y me cogió por la cintura, después elevándome y cogiéndome como un saco de patatas. Me llevó a su habitación, si parecía mentira pero no había entrado en ella desde que estaba allí, era perfecta para él, su cama era enorme y me dejo allí.

- Ahora vas a caer en los brazos del señor Jones –dijo quitándose la camiseta.

- Como me toques te prometo que te castro –dije sonriendo, me levanté y lo miré fijamente, en dos minutos estaba besándole los labios como si fuera lo último que fuera a hacer.

- La que no quería besarme –dijo entre besos.