Capítulo Uno

Nada sale como quieres y así todo vuelve a empezar. Una frase con tan poco sentido como lo que sentía en esos mismos instantes, mi novio, mi vida y todo se estaba estropeando.

Estaba subida en el coche, dirigiéndome al mejor concierto que iba a ir en mi vida, mi madre estaba emocionada porque yo lo estaba, a mi derecha tenia a Sarai, una de mis mejores amigas y a mi izquierda tenía a Noa, mi otra mejor amiga.

- Amiga, no me creo que estemos yendo allí, es que no me cabe en la cabeza –dijo Sarai pensando en el concierto- va a ser genial, tu, yo y Noa.

- Hombre, como pille al rubio te prometo que no vuelvo a casa –entonces nos empezamos a reír, yo solo miraba mi teléfono esperando a que él me llamara- vamos Ann, no estés así, déjalo, el no te ha sabido apreciar, pásatelo bien, llevamos esperando este momento durante meses, diviértete, sonríe como solo tú sabes.

- Venga sabemos que tu puedes –saque una media sonrisa como pude, recordando todo lo ocurrido.

- ¿Así? –dije, Noa me dio un codazo.

- Cuando veas a tu pelirrojo preferido sonreirás por él, lo sabemos –entonces sí que me reí.

- No lo voy a hacer –las dos me miraron ¬¬ y entonces reí más.

- Venga chicas que ya queda menos para llegar –dijo mi madre sonriéndonos por el retrovisor. En diez minutos llegamos, bajaron corriendo del coche para la cola y yo le dije a mi madre que la llamaría para que me viniera a buscar.

Noa me llamo desde la cola para que fuera, Sarai estuviera hablando con otra de nuestras dos amigas, me acerque y yo también las salude. Ellas eran unas personas especiales y nos queríamos todas, el gran problema es que mi estado de ánimo estropeaba cada segundo que transcurría.

- Venga Ann –me dijo Rebeca- ya verás cómo nos lo pasaremos.

- Recuerda cuando veas a tu pelirrojo sonríe a más no poder –dijo Malén, yo asentí y me puse a mirar el móvil de nuevo. Sarai me lo cogió y se lo metió en su mochila.

- Nada –dijo mirándome- si Adrián es idiota no es tu culpa –la miré con una cara rara, y Noa empezó a decirme tonterías para que me riera.

- Necesito ir a dar una vuelta –Noa me quiso acompañar- no de verdad, prefiero ir sola, de verdad estaré bien.

Me fui y pasé por donde estaba toda la cola, yo con mis pantalones cortos, mi camiseta de tirantes negra básica y encima una de manga corta blanca medio caída. Todas las chicas iban con sus camisetas de McFLY, sí yo también la llevaba pero no llevaba pintado por todas partes que los amaba, eso yo creo que lo sabía mejor que nadie, pero ese día no había sido el mejor para mí. Mi novio me había dejado el día anterior mientras estaba con mis amigas arreglándome para el concierto, sí me había amargado el día más feliz de mi vida.

Pasé por delante de miles de camiones que traían todo lo necesario para poder realizar el concierto de McFLY, pasé por unas casetas y cuando ya no sabía dónde estaba empecé a mirar a mí alrededor. Vi a un chico sentado en una hamaca sin camiseta intentando tomar el sol, a lo lejos no tenía ni idea de quién era. Empecé a tararear la primera canción que me vino a la mente “Not Alone”.

Me senté en el suelo y las lagrimas salieron por si solas, empecé a llorar, no podía parar, estaba sin móvil y no sabía qué hacer volver para casa, volver a la cola o seguir llorando. De pronto alguien toco mi espalda, deseaba que fuera alguna de mis amigas.