Capítulo Dos

De pronto alguien toco mi espalda, deseaba que fuera alguna de mis amigas.

- ¿Estás bien? –me dijo una voz masculina conocida. Me giré y mis ojos se abrieron a más no poder.

- Si, si perdón –me levanté y sonreí nerviosa, él sabía que estaba fingiendo así que me abrazó.

- ¿Qué te pasa? –lloraba a más no poder, entonces lo llamaron a lo lejos.

- Nada sin importancia de verdad… -seguía llorando, me separé de él, cualquier chica en mi lugar hubiera dejado de llorar y echo lo que hace una fan normal, pero yo me separé- Gracias, tengo que irme.

- No puedes irte así, ¿tú te has visto? Tienes los ojos rojos y muy mala cara, como te vea un policía así creerá que estas drogada, ven –me lo quedé mirando extrañada, pero le hice caso, me metí en su caseta y me senté en un mini sofá. – Toma –dijo dándome una tila y se sentó a mi lado, esperó en silencio a que me calmara. Entraron los demás, alucinaba en mil colores a la vez, de verdad, nadie hubiera actuado como yo, yo era la típica fan chillona que se engancharía a ellos en cualquier momento, pero no actué así, sorprendí a mi alma.

- Danny que rápido te has encontrado a alguien para tirarte –dijo Douglas, Danny cogió un cojín y se lo tiró en toda la cara.

- Eres imbécil tío y en tu casa aun no lo saben –me miró- ni caso, lo dice de broma, ¿Estás mejor? –asentí nerviosa, volvía a entrar en razón, ser la Ann de siempre.

- Omg, es que no puede ser que yo esté aquí con vosotros –Danny me miró, sus ojos azules, me quedé embelesada.

- Bueno os dejamos solos, Danny no te la tires es menor de edad –Danny se levantó, sacó a todos de la caseta y se sentó de nuevo.

- Imbéciles –dijo entre dientes- Ni caso, últimamente solo piensan en eso.

- Lo sé, a Doug le pirran las españolas –Danny agachó la cabeza.

- Y a quien no –dijo tosiendo entre medio, me hizo reír, sacar una pequeña sonrisa.

- Idiota –dije dándole un empujón en el brazo.

- Pero te he hecho reír –dijo sonriendo y haciendo el idiota.

- Danny haces reír a cualquiera -sí era idiota, me había confesado por así decirlo, Danny me miró y sonrió.

- Y tú estás más guapa sonriendo –sonreí, me acerqué dos milímetros a su boca, pero reaccioné y me separé, típica reacción de fan histérica desatada.

- Es mejor que me vaya, gracias por todo –Danny salió detrás de mí.

- Espera un momento, ¿Cómo te llamas? –miré a Doug y le contesté.

- No soy menor de edad, tengo 18 años. –Sonreí y me fui, Danny fue más rápido y me cogió del brazo, pero con la mala suerte que estábamos a pocos metros de llegar a la cola donde habían miles de fans.

- Dime por lo menos cómo te llamas, o por favor deja que nos veamos luego y me cuentas que te pasaba –asentí y le puse mi numero en el brazo.

- Gracias –salí en dirección donde estaban mis amigas, no podía contarles nada si no sería un escándalo y era una manera de darle las gracias a Danny.

El concierto fue genial, canciones, risas, tonterías y sobre todo los ojos de Danny clavados en la gente, hubo un momento que creía que me desmayaría allí mismo, Danny bajó y nos cantó a las de la primera fila, poniéndose enfrente mío I’ve got you, Noa y Sarai me miraban raro, sin saber lo que pasaba. Dejamos que toda la gente se fuera, Malen y Rebe las vinieron a buscar, yo me senté en un banco y les dije que hicieran lo mismo, entonces procedí a explicarle todo.