Capítulo Tres

Dejamos que toda la gente se fuera, Malen y Rebe las vinieron a buscar, yo me senté en un banco y les dije que hicieran lo mismo, entonces procedí a explicarle todo.

- Dios mío, ¿Por qué no nos lo has dicho antes? –me dijo Noa levantándose y poniéndose enfrente mío.

- Estaba en shock, no quería desagradecerle lo que había hecho por mi –Sarai se levantó y se puso a su lado.

- ¿Y a que esperamos para ir a buscar a tu príncipe azul? –dijo sonriendo- Así veré a mi rubio.

- Solo pido que os comportéis –asintieron y empezaron a respirar lentamente.

Nos dirigimos a las pequeñas cabañas y había dos policías. No se creían que Danny me había dicho que fuéramos, de pronto salió el de su caseta cambiado de ropa y con el pelo mojado.

- Están conmigo –dijo Danny saliendo y mirando al guardia. Danny miró a mis amigas.

- No podía dejarlas solas –asintió y caminamos hacia él. Me cogió por la espalda y todas nos quedamos WTF.

- ¿Danny no te conformabas con una que te has traído a tres para hacer un trío más uno? –dijo Dougie saliendo de su caseta, Sarai se empezó a poner nerviosa y estaba a punto de chillar cuando le tapé la boca.

- No chilles, si no quieres que nos echen –Danny sonrió. Vinieron todos y Sarai se sentó con Douglas, ella estaba de los nervios. Noa estaba con Tom y Harry tomándose una cerveza.

Yo seguía con Adrián en la cabeza, tomándome la cerveza que Danny me había dado, la única manera de olvidarme de todo y disfrutar del momento sería emborrachándome, y no sería la primera vez. Llamé a mi madre diciéndole que volveríamos tarde, y empecé a beber, nunca pensé lo que iba a hacer Danny. Yo consideraba a Danny una persona que se emborrachaba y no tenía límites, pero esta vez no fue así.

- Ann, no bebas más –dijo quitándome la ultima cerveza, con esta llevaba 3 ya, era de las típicas personas que con poco alcohol se mareaban.

- Danny estoy en plenas condiciones, ¿no me ves? –negó con la cabeza y me acompañó a su caseta. No iba del todo borracha, sabía lo que hacía pero no controlaba mucho. Subí como pude las escaleritas para la caseta y me tropecé con algo y me caí encima de ese mini sofá encima de Danny.

Estaba a centímetros de su boca, era lo que más quería, besarlo, pero no recuerdo nada más de aquel día.

Eran las 3 del medio día, estaba en una cama en ropa interior, intenté abrir los ojos pero tenía un dolor de cabeza horrendo. Me giré y vi a Danny en ropa interior también, abrí los ojos como platos. Me incorporé y me eché a llorar. ¿Qué había hecho? Era idiota por confiar en alguien que creía conocer.

- Buenos días –dijo desperezándose y mirándome.

- ¿Buenos días? Vete a mierda, no pensaba que fueras así –dije levantándome

- Pero que dices ¿Ann? –se levantó y no pude evitar quedarme tildada mirándole.

- ¿Por qué estamos así? Al final tenía razón Douglas –abrió los ojos como platos.

- ¡Ann no paso nada enserio! –me vestí como pude. Salió detrás de mí antes que abriera la puerta para irme a mi piso. – Te lo juro –me miró a los ojos, estaba hablando con una simple fan, qué más daba mentir a una más.

Era Danny Jones, no sabía que había pasado y encima no sabía dónde estaban mis amigas. Salió vestido Danny y me giré.

- Donde está Noa y Sarai –dije con cara de pocos amigos.